La Aeroflota del Noroeste abre la matrícula para el curso de pilotos
REPORTAJE
SONIA DAPENA
El mercado laboral no está para demasiados trotes pero hay profesiones de altura que siguen siendo una apuesta segura para tener un empleo de futuro. La de piloto de aviones comerciales es una de esas especialidades para las que hay que valer, pero aquello que superan todas las pruebas se convierten en comandante casi sin darse cuenta.
“Hay demanda de pilotos y los alumnos que terminan se van colocando”, confirma David Fernández, el director de operaciones e instructor de vuelo de la escuela Aeroflota del Noroeste,
situada en las instalaciones de Alvedro.
El centro formativo ha abierto hace escasas semanas la matrícula para formarse con el objetivo de ser un chófer muy especial, el de aeronaves de pasajeros de negocios o en viaje de turismo.
Estos estudios cuentan con una importante demanda, y más ahora que se ven como una salida para la crisis porque tras el “parón en las contrataciones de hace unos años”, empresas como Vueling están dispuestas a fichar de nuevo. Incluso otros países están
“robando” a profesionales de la cantera y, según Fernández, firmas como Boing o Airbus ya han planteado la necesidad de abrir más el mercado de profesionales.
“Piensan que de aquí a unos años habrá una crisis por falta de tripulación”, destaca el
representante de la Aeroflota.
No obstante, para llevar los mandos de un avión hay que tener madera y la cabeza muy bien amueblada. Ante el próximo curso, que empieza en octubre y cuya superación conlleva un título europeo para volar con todas las aerolíneas del continente y de muchos países de fuera, desde la escuela advierten de que “tiene que gustarte la aviación para dedicarte a este trabajo”.
Apenas habrá pilotos en las listas del paro, pero el suyo es un campo minado para gente que
quiere probar como una fase másdel boom del emprendimiento.
Además de los costes de la formación,“hay que pasar pruebas médicas con un psicólogo y un psiquiatra”, entre otras.
Una vez en el retiro de los aires, no hay porque marcharse a casa. Fernández explica que en las instalaciones que poseen en el aeropuerto imparten una doble formación en Administración y Dirección de Empresas con una importante carga de inglés.
El idioma es fundamental para moverse en las cuadrículas que se manejan desde las torres de control y la doble titulación universitaria vale para no salirse del mapa laboral.
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